El arte de Patrick Robin de luthier combina una excelente formación y una gran experiencia con una apertura constante - un retrato de los violines Corilon
Las semillas del gran arte florecen en la relación entre maestro y alumno y, como la mayoría de los oficios exigentes, la fabricación de violines ha prosperado gracias a la transferencia confiada de conocimientos prácticos desde el Renacimiento. El maestro luthier contemporáneo Patrick Robin también está profundamente convencido de ello, entre otras cosas porque él mismo ha tenido el privilegio de recibir una educación excelente. Como respetado y multipremiado fabricante de los mejores instrumentos de cuerda, tradicionalmente imparte sus conocimientos en el espacio protegido de su taller, pero también en talleres y conferencias en renombradas instituciones de enseñanza como el Oberlin College o la escuela de construcción de instrumentos de Santiago de Querétaro, México.
Patrick Robin recibió el título de «Maître d'art» del Ministerio de Cultura francés en 2000 por la perfección y exquisita calidad de su propio trabajo y por su pericia como profesor. El testimonio de sus alumnos -como Antoine Cauche, él mismo un solicitado y premiado fabricante de violines en la actualidad- demuestra que Patrick Robin tiene pleno derecho a este título. Describe a su antiguo maestro como un profesor extremadamente paciente que, a pesar de una instrucción minuciosa, también permite un cierto grado de libertad creativa, que motiva y que está interesado en una relación de trabajo de confianza. Pero el propio Patrick Robin también se beneficia de la colaboración con sus ayudantes, como él mismo subraya. Confiar en las crecientes capacidades de sus alumnos y encomendarles cada vez más tareas a lo largo de su formación le supone un reto tan positivo como enfrentarse a sus exigentes preguntas.
La trayectoria de Patrick Robin comenzó en la escuela de construcción de violines de Newark, de la que salió en 1984 con un premio al mérito. A continuación, Roger Hargrave, antiguo profesor de Newark y experto mundialmente reconocido en la fabricación de violines, le nombró miembro de un equipo internacional de restauradores especializados en valiosos instrumentos de cuerda de las antiguas escuelas italianas. El estudio en profundidad de estas obras por parte de Patrick Robin le permitió realizar excelentes copias; y aún hoy crea sus instrumentos de carácter -a pesar de su independencia estilística- totalmente en el espíritu de sus modelos históricos.
Ha ganado medallas de oro por sus violines, violas y violonchelos en varios concursos importantes de construcción de violines -como el Concours Etienne Vatelot de París y los concursos de construcción de violines de Mittenwald y Manchester- y también ha sido nombrado jurado de concursos internacionales en varias ocasiones. En 1988, Patrick Robin se instaló en Les Ponts-de-Cé, al sur de Angers, donde al principio compartió taller con Andrea Frandsen. En 2006, abrió por fin su estudio actual en una villa a orillas del Loira, donde recibe a una clientela internacional formada por miembros de orquestas y conjuntos de cámara europeos de renombre, como el Cuarteto Aron de Viena y el Cuarteto Zehetmair. Al fin y al cabo, no es menos importante el fructífero intercambio con músicos de primera clase a través del cual Patrick Robin amplía constantemente su caudal de experiencia, como base sólida para las apreciadas obras de arte del mañana.
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