Pierre Hel: una estrella fija de la fabricación francesa de violines a principios del siglo XX
Formación y primeros trabajos Pierre Hel
Cuando el padre de Pierre Hel, Joseph, murió en 1902, dejó a su hijo un taller establecido y el buen nombre que se había labrado entre los principales músicos de su época. Preservar este legado debió de ser un reto especial para el joven maestro, que había nacido en 1884 y acababa de regresar al hogar paterno. Tras su aprendizaje, que probablemente había completado con Gustave Bazin (1871-1920) en Mirecourt, uno de los pocos Bazin que se convirtió en fabricante de violines, Pierre Hel tuvo poco tiempo para profundizar en el arte de su padre. En los primeros años después de su muerte, Pierre Hel se orientó estrictamente hacia los modelos clásicos italianos; sus copias de Amati, Stradivari y Guarneri de esta época son la prueba del talento excepcional y de la perfección precoz del joven maestro. En el fondo, sin embargo, este empeño debía de ser algo más que una apuesta segura o un gran recorrido por las raíces de la fabricación europea de violines, y el hecho de que Pierre Hel utilizara desde el principio el llamativo barniz rojo intenso desarrollado por su padre es sólo un indicio especialmente llamativo de ello. Ni Joseph ni Pierre Hel fueron nunca meros epígonos de los cremonenses, sino luthiers modernos que trabajaron a la altura de su tiempo y cuyo hogar indudable fue la tradición francesa de su arte.
Panorama general:
- Formación y primeros trabajos
- Primeros éxitos
- La colaboración de Pierre Hels con grandes solistas de su época
- El impacto de Pierre Hel
Primeros éxitos de luthier Pierre Hel
Los primeros grandes éxitos de Pierre Hel llegaron rápidamente, lo que debió de confirmar esta actitud. En 1900, cuando Joseph aún vivía, ganó un primer premio en París, en 1904 en St. Louis/Missouri y en 1906 en Milán; honores con los que pudo consolidar la reputación internacional de su padre. Como fabricante de violines en el conservatorio de Lille, heredero también de Joseph Hels, y en el Conservatorio Real de La Haye (La Haya), Pierre disponía de una buena base económica y además estaba en contacto permanente con músicos, de lo que se benefició el desarrollo de su estilo.
La colaboración de Pierre Hel con grandes solistas de su época
Pierre Hel concibió la serie "Stradivarius Moderne" especialmente para las exigencias de los jóvenes solistas, lo que puede considerarse como su primer gran éxito independiente. A partir de 1919, Pierre Hel encargó la fabricación de estos instrumentos, muy solicitados por su excelente calidad, nada menos que a su gran contemporáneo Léon Victor Mougenot. La libertad adquirida permitió a la obra de Pierre Hel ser más independiente hacia 1920, y sus instrumentos conquistaron cada vez a más solistas importantes de su generación. Las críticas entusiastas de los conciertos de George Enescu (1881-1955), que el solista, compositor y director de orquesta rumano interpretó con su violín Hel durante una gira por Estados Unidos en 1923, cimentaron la reputación de Pierre Hel, que desde hacía tiempo no tenía nada que envidiar a la de su padre. Hasta su muerte en 1937, esta segunda fase de la obra de Pierre Hels se considera su periodo más creativo y productivo, durante el cual también tuvo éxito como comerciante de instrumentos de cuerda antiguos y como fabricante de arcos de primera clase.
El impacto de Pierre Hels
Entre sus alumnos y colegas, a través de los cuales dejó unas pocas pero inconfundibles huellas en la fabricación europea de violines, se encontraba Desmond D'Artrey Hill, que dirigió la tradicional empresa londinense W. E. Hill & Sons durante la segunda mitad del siglo XX. El taller de Pierre Hel siguió existiendo tras su muerte hasta 1943, dirigido por su viuda y Marcel Demey, quien, como empleado desde el principio, había acompañado a Pierre Hel durante más de 40 años.